Para ellos la diversión no tiene límites, y a pesar de que sus dificultades a la hora de desarrollar las actividades pueden ser mayores, disfrutan con las mismas ganas de las vacaciones que cualquier otra persona: unos días de playa, chapuzones en la piscina, escapadas al monte, visitas a museos…
Más de 400 personas con parálisis cerebral van a participar en los 39 turnos de vacaciones de verano que organiza Confederación ASPACE en los meses de junio a octubre, un turno más que en 2015.
El número de participantes totales apuntados es de 757, de los que 416 son personas con parálisis cerebral (9 personas más que en 2015) y 341 profesionales que les acompañan.
Además de hacer que las personas con parálisis cerebral disfruten de unas vacaciones inclusivas y adaptadas, es necesario también mostrar a la sociedad con estos viajes la importancia del ocio inclusivo y accesible.
“El mayor handicap que tenemos es que desde las instituciones públicas la parálisis cerebral no se conoce, y no existe ningún consenso. Alguna vez nos ha pasado que hemos ido al mismo museo dos veces. La primera nos han hecho descuento o la persona acompañante ha entrado gratis; pero, la segunda no. No entienden que son personas que no pueden ir solas”.
Dejando al margen los aspectos negativos, algo que si comparten todas las asociaciones dedicadas a la causa es “la predisposición a ayudar de las personas voluntarias”, pues “la labor de los voluntarios es la parte más socializadora de las entidades”.
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