Desde que Diego estaba en Atención Temprana el trabajo en el agua ha estado muy presente dentro de sus terapias. El primero en el Tanque de Hubbard que tiene el cole con la fisio siendo solamente un mico. Ahí fue donde vimos que le gustaba y, sobretodo, que le ayudaba a rebajar la espasticidad de brazos y piernas.
Al curso siguiente empezamos a ir una vez a la semana a la piscina del servicio de rehabilitación del HUCA por mediación de nuestra médico rehabilitadora. Allí eramos los que nos metíamos en la pisci con él, por lo que aprendimos a realizarle ejercicios de relajación, estiramientos y de equilibrio/flotación.
A mediados de ese curso iniciaron desde FASAD un Programa de Estimulación Acuática dos veces por semana y al lado de casa, nos vino genial. Ahí conocimos a màs padres de campeones con los que nos hemos encontrado varias veces a lo largo de estos años. Las sesiones eran grupales y constaban de varias partes. Personalmente el hecho de que los ejercicios individuales mas específicos se hicieran sobre una colchoneta que colocaban sobre el agua no nos convencia, ya que había mucho cambio de temperatura respecto a dentro del agua y la poca estabilidad que tenia hacia que a Diego le costara mucho mas hacer los ejercicios. Pese a esto, el resultado fue positivo, pero como el programa era solo para niños hasta tres años, el curso siguiente no pudimos participar.
El primer año de cole quisimos retomar la piscina, y pensamos en volver a la de rehabilitación del HUCA. La pega: que solamente podríamos por semana, Diego volvía muy cansado del cole y no lo veíamos viable. Empezamos entonces a buscar una piscina climatizada adecuada a las necesidades de Diego, es decir, que estuviera bien caliente y que pudiéramos entrar nosotros. Llamamos a un montón, pero o estaban frías a pesar de ser climatizadas, o eran solo para cursillos organizados.
Hasta que hablamos con la gente de AQUAXANA, el spa del Hotel Las Caldas. Sabíamos que tenían cursillos para bebes hasta 3 años y niños, pero como nosotros no encajábamos en ninguno de los dos grupos ya que por edad debería estar en el que aprenden a nadar....hablamos con ellos explicándoles nuestras circunstancias y todo fueron facilidades.
Desde el año pasado Diego va todos los domingos por la mañana a la pisci con papa y un grupo de niños más peques que él, y ya es el rey del mambo. En cuanto llega a los vestuarios se pone super contento y empieza a "hacer el delfín", que consiste en emitir grititos de emocion extremadamente agudos muy similares al sonido de ese animal, y que desde hace varios meses estan asociados al agua, tanto de la bañera como de la piscina.
Allí se relaja, mueve las piernas, juega con el agua y liga con la monitora!!
