Una de las primeras cosas que pusimos en marcha fue el hacer que Diego fuera partícipe, en la medida de sus posibilidades y en la forma que él pudiera, de todas las acciones que le atañen. Para que nos entendamos, se trata de que él aprenda a participar y a "opinar" sobre lo que pasa en su vida.
Es muy fàcil para los padres de niños que no hablan o cuya capacidad cognitiva està afectada, que al hacernos cargo de todas sus necesidades (darles de comer, cambiarlos, bañarlos, llevarlos a un sitio y a otro) acabemos haciéndolo de manera mecànica, sin apenas hacerles partícipes de lo que estamos haciendo.
Es lo que se denomina "la indefensión aprendida", es decir, aprender a ser pasivo, a no hacer nada aunque se pueda, ni responder a nada. Este término se utiliza mucho con estos niños, pero no es ni mucho menos exclusivo de personas con discapacidad.
Con nuestro afàn de protegerlos y cuidarlos, acabamos convirtiéndoles en personitas mas pasivas de lo que realmente serian, obviando sin querer sus posibilidades de participar.
En nuestro caso tratàbamos de ir contándole lo que íbamos haciendo: que si te pongo en pantalón, que si te lavo un pie, que si vamos a ver a los abuelos..... Sin embargo, al no tener la certeza de hasta dónde Diego estaba entendiendo lo que le decíamos, desde el cole nos enseñaron cómo trabajan ellos a traves de los pictogramas.
Para quien no los conozca, los pictogramas son dibujos que representan objetos, figuras o acciones. Os pongo varios ejemplos de pictos que usan en el cole, por ejemplo, para contarnos si Diego comió o no, si hizo pis o caca:
En casa lo que hicimos fue buscar una foto que representara cada cosa importante que hace Diego en su día a día, enseñándosela antes de realizar esa acción de manera que, a base de repetir y repetir, él asocie la foto con la actividad y la espere. Una vez que ya haya identificado la foto, lo que buscamos es que nos demuestre que quiere hacer eso que le estamos mostrando (el baño, el biberón, montar a caballo...). Esto puede hacerlo mediante un sonido, una sonrisa, un movimiento, etc... Es increíble lo que se puede conseguir a base de repetirlo hasta la saciedad.
Los que màs le gustan a Diego son éstos:
El "momento baño", al que asoció un sonido de delfín agudo que empieza en cuanto le enseñamos la foto, y no para hasta que lo sacamos del agua.
Este es Duque, el caballo que monta los sábados en hipoterapia. Solemos enseñarle la foto en el coche de la que vamos, y en cuanto la ve empieza a moverse y reirse.
Ademàs también le enseñamos fotos de papa y mama, Nacho y los abuelos. Por supuesto, la que màs le gusta es la de Nacho, se parte en cuanto se la enseñamos.