domingo, 27 de enero de 2013

¡¡¡YA ESTAMOS A MITAD DE CURSO!!!

 
Después de 4 meses en la Escuela Infantil, de forma un poco intermitente,  ya estamos en condiciones de hacer balance de nuestro empeño en que Diego fuera a esta escuela.
 
Es cierto que tuvimos muchos momentos de duda....podemos decir que una de cada tres semanas aproximadamente, momento en el que aparecían los mocos y la fiebre y nos teníamos que quedar en casa, lo que a su vez implicaba no ir a Atención temprana, comer mal, dormir mal, perder rutinas......
 
Cada vez que esto pasaba, nos entraban las dudas de lo acertado de nuestra decisión, dudando si los contras de enviarlo superarían a los pros y en realidad deberíamos desistir.
 
Pese a todo nos mantuvimos firmes, confiando en que las faltas fueran cada vez menos y viendo que los periodos en los que iba estaba contento y su día a día era más organizado.
 
Todo esto lo corroboró nuestro médico de digestivo, cuando en nuestra última revisión le contamos nuestras dudas y él tras pensarlo durante un momento llegó a la misma conclusión que nosotros, diciéndonos que los estudios de los inmunólogos avalaban la necesidad de que los niños se expongan a los virus lo antes posible para reforzar su sistema inmunitario. También igualmente que nosotros pensó que la convivencia con otros niños estimularía a Diego y compensaría las veces que se pusiera malo, siempre que no cojamos nada más importante.
 
Hasta ahora hemos conseguido, gracias también al buen hacer y la disposición de sus profes, que coma razonablemente bien con ellas y a la misma hora que el resto, que interactue con sus compis e incluso que algunos días duerma allí una siesta. Por otro lado, no sólo es Diego el beneficiado, sino que también nosotros hemos ganado tiempo para ocuparnos de todo eso que habíamos dejado de lado hasta ahora.
 
Asi que, de momento:
 
 
¡¡¡PRUEBA SUPERADA!!!
 
 




UNA NUEVA EXCURSIÓN.....

 
Esta semana hemos vuelto de visita al HUCA. Tras un susto considerable el miércoles con una crisis recién levantados, nos dejan ingresados para hacer electro y revisar medicación.
 
Nada nuevo bajo el sol, tenemos claro que esta es una situación que periódicamente vamos a vivir, pero no por más esperada es más llevadera.
 
Tuvimos suerte porque llevabamos un año de calma sin sustos de importancia.
 
Esta nueva estancia fue, basicamente, como las demás (ver decálogo del buen paciente hospitalario).
 
Lo importante, una vez más, es que Diego está bien y que, aunque despacio, gana peso y tamaño, lo que hace que de vez en cuando haya que ajustar la medicación a su nueva talla.
Por suerte no nos tragimos a casa ningún regalo colateral en forma de virus......ánimo Luisa, David y Aitor!!!.
 
En unos unos días estaremos en situación de confirmaros si el ajuste de dosis ha sido efectivo.




lunes, 14 de enero de 2013

AVANZANDO EN NUESTRO CAMINO

Desde que empezamos nuestra andadura con Diego, más de una vez hemos escuchado cómo nos felicitaban por nuestra actitud ante esta situación. Siempre nos preguntamos si es que no nos comportábamos como el resto de los padres a los que les toca vivir algo semejante, ya que pensamos que hacemos lo que haria cualquiera que se encontrara en nuestro lugar.
 
Es cierto que ante un hecho más o menos traumático, toda persona pasa por una serie de estados, los cuales irá superando en función de cómo los afronte, de los apoyos que tenga en su entorno e incluso del tiempo de que disponga para interiorizarlos.
 
Por ejemplo. El primer estado ante el que te encuentras es la negación. En nuestro caso, este periodo nos duró muy poco tiempo, más que nada porque la situación no nos permitió sentarnos a lamentarnos, sino que la realidad y la necesidad de luchar por Diego eclipsó todo lo demás.
 
Tras esto, llega la ira. Más de lo mismo, ya que las necesidades de Diego nos hicieron casi saltar directos a la negociación. No es que no nos cabreáramos. Lo hicimos, y mucho. Pero nos dimos cuenta de que no era productivo, y no nos podiamos permitir perder tiempo que ya de mano no teníamos. Sin embargo, no creáis que la ira desaparece sin más por el simple hecho de desearlo, porque casi dos años después, de vez en cuando todavia aflora de la forma más traicionera.
 
Creo que el estado en el que nos mantuvimos más tiempo fue en la negociación. Negociamos con los médicos, con Dios, con Diego, y sobre todo, con nosotros mismos. El objetivo variaba según iban pasando los dias: en un principio nos conformábamos con que se mantuviera con vida, y a medida que Diego fue consiguiendo más cosas, nosotros ibamos ampliando las peticiones.
 
Durante el mes que duró el ingreso en neonatos, esta fase se entremezclaba con la siguiente, la depresión. Ese mes rezamos y lloramos más que en toda una vida. La depresión, como la ira, asoma la cabeza cuando menos te lo esperas, a pesar del tiempo que ha pasado. Por experiencia propia os aseguramos, que ese puede ser el mejor momento para acudir a un profesional que, con medicación o sin ella, nos ayude a digerir la situación.
 
Y por fin llegas a la aceptación. Plantas los pies en el suelo y dices: vale, ¿esto es lo que hay? pues adelante con ello..... Es el momento de la comunicación, de los acuerdos, de ser flexible, de apoyarse en los que te rodean y aunar esfuerzos. Esto no está exento de dificultades, ya que la situación es una máquina de generar tensiones, tanto con la pareja como con los que te rodean, pero con ganas y teniendo presente siempre el objetivo fijado desde el principio será más facil de llevar.
 
Fijarse una meta, tener una misión que cumplir es el mejor estímulo para avanzar.
 
¿Y qué mejor estímulo que tu propio hijo?
 
 
 
 
 
 

YA LLEGARON LOS REYES MAGOS...


Aunque hayamos tardado un poco con todas las fiestas que tuvimos, no nos olvidamos de enseñaros los que los Reyes Magos le dejaron debajo del árbol a Diego.



En casa le trajeron este balancín tan chulo y que tanto les costó encontrar a sus majestades, al necesitar que tuviera respaldo. además al ser blandito cuando Diego se cansa de sujetar la cabeza, puede apoyarse en él al ser muy blandito.
 
 




 
En casa de su madrina le trajeron este triángulo con tantas cosas para tocar, empujar, apretar....con muchos colores y ruiditos. ¡¡¡ Una pasada!!!



 
 Pero lo mejor lo dejaron en casa de nuestros amigos Bego, Javi y el terremoto Marco, y es que fueron de lo más ingeniosos los Reyes porque cogieron un especiero que venden en Ikea y lo convirtieron en un juego de estímulos para Diego, metiendo en cada recipiente diferentes texturas para estimularle (arroz, terciopelo, garbanzos, pan rallado, algodón y tela de borreguillo).  Además también dejaron una trompeta para despertar a los vecinos, jajaja

 



¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Estos Reyes si que fueron ocurrentes!!!!!!!!