Desde hace tiempo hemos venido observando (y padeciendo) lo que supone el hecho de contar con tan sólo 2 neurólogos pediátricos en el HUCA, que además de atender a todos aquellos niños del Principado con problemas más serios, también atiendan a menores derivados de la zona este de Galicia, Ponferrada, León y el Hospital de Valdecilla en Santander.
Esto supone que ante una visita a urgencias de un niño por tema neurológico, éste deba ingresar en planta sí o sí para que uno de ellos lo vea. Esta consulta puede demorarse más de 24 horas desde el ingreso si tienes la mala pata de estar en planta el día que uno sale de guardia por la mañana y el otro debe pasar consulta en su despacho y no puede acercarse a la planta. De resultas: dos días ingresados para quizá ni siquiera tener que cambiar la medicación que esté tomando.
Esta situación puede alargarse si por el medio te pilla el fin de semana, una fiesta o un curso/congreso al que hayan asistido.
Podéis preguntaros, ¿y los pediatras que están todos los días en planta? y nosotros os contestaremos......buena pregunta y complicada respuesta. Los que ya tenemos carnet VIP expedido por el HUCA, hace tiempo que llevamos dándonos cuenta de la mala sintonia que existe entre el equipo de neurólogos y el de pediatras, que se traduce en falta de coordinación, duplicidad de información y consiguiente cabreo de los padres que, al fin y al cabo, somos los que nos comemos el marrón que arman entre unos y otros.
Y qué nos queda?, pues parece que sólo el derecho al pataleo, porque ya sabemos que las quejas en atención al paciente de nada sirven cuando el que se equivoca está en la parte alta de la ecuación.
Vamos, nada nuevo.
Y qué nos queda?, pues parece que sólo el derecho al pataleo, porque ya sabemos que las quejas en atención al paciente de nada sirven cuando el que se equivoca está en la parte alta de la ecuación.
Vamos, nada nuevo.
