Vivimos en una sociedad cada vez más igualitaria en las funciones entre hombres y mujeres, pero todavía hay veces que te llama la atención lo interiorizadas que permanecen viejas costumbres y comportamientos.
Teníais que ver la caras que me ponen a veces cuando cuento que me he pedido una reducción de jornada para cuidar de mi hijo. Todavía es mucha la gente (sobre todo otros hombres) que se sorprenden y yo me pregunto si se sorprenderían igual si fuera la madre la que la hubiese cogido.
Otro momento en el que veo hasta que punto sin darnos cuenta tenemos interiorizado el rol de la madre es cuando llevo a Diego a consultas médicas o está ingresado, y me doy cuenta de que las profesionales que me atienden, sin darse ni cuenta, me ofrecen ayuda para cosas que cuando viene su madre esperan que haga ella. Muchas veces cuando me ven vestirlo, cambiarlo o asearlo salen comentándolo.
No sé si esto es fruto de antiguas costumbres o es que realmente a día de hoy todavía siguen viendo que los padres no hacen estas cosas, o un poco de cada...
El caso más extremo me pasó hace unos años en el antiguo hospital, cuando una enfermera (próxima a la jubilación he de decir) vino a la habitación preguntando por la mamá que tenía que hablar con ella y cuando le dije que no estaba casi se va de la habitación, hasta que le dije que me lo contara a mi que era el padre.....
Yo sé que no estoy haciendo nada excepcional, es más, en mi entorno veo muchos más padres que se involucran en el cuidado de sus hijos igual que su madre, pero soy consciente de que todavía queda alguno que no lo hace y solo les puedo decir que no saben lo que se pierden, que ocuparse de tus hijos es disfrutar de ellos y que lo que no hagas hoy ya no lo vas a poder hacer.
Hola, no podría estar mas de acuerdo, me he sentido completamente identificado, como padre, pues nosotros, por diferentes motivos, entre ellos, que mi mujer también es discapacitada, y tenía algunas limitaciones, para poder cuidar de Johnny, y mayormente siempre era yo,el que iba col el crío, a un lado u otro, llamese médicos, o algunas de las muchas terapias, que a acudido, y acudirá. Y si, también he pasado por esa sensación, de incomodidad para la gente que no lo ve correctamente, mayormente gente de otras generaciones, y sensación de ir contracorriente por mi parte. A mi personalmente, me llena de orgullo, haber compartido con mi hijo, su crecimiento, pese a las cacas, mocos y demás cosas desagradables, que había, cuando eran bebes, yo disfrute de mi hijo... Y lo que me queda. Saludos
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