domingo, 7 de abril de 2013

PAPÁS Y MAMÁS CON ENERGIA

El otro dia vimos en el telediario un reportaje sobre los niños con autismo. En él decian, entre otras cosas, que según un estudio los padres de estos niños sufrian "un estres comparable con el de un soldado en primera linea de guerra", ¡ahi es nada! y que este dato habia hecho que en Estados Unidos se plantearan, no sólo prestar ayuda a los propios niños, sino también a sus padres.
 
Por otro lado, Bertín Osborne, padre de un niño con parálisis cerebral, definió a las madres de estos niños como "la élite de las mamás", por ser ellas las que la mayoria de las veces son las que pasan más tiempo con el niño, llevándole a las terapias y trabajando con el en casa. Sin desmerecer la labor de los papás que después de la jornada laboral todavia tienen un buen curro en casa.

Y es que en muchas ocasiones nos hemos encontrado en la necesidad de ser más enérgicos, más agresivos y mostrarnos más firmes en nuestras convicciones u opiniones. Nos convertimos en especialistas en todas y cada una de las problemáticas que tienen nuestros hijos, llegando a discutir diagnósticos, rebatir conclusiones e incluso negociar decisiones profesionales.

Los que seguis nuestro blog sabéis que el año pasado tomamos la decisión de que este curso Diego acudiera a una Escuela Infantil pública. Después de presentar la solicitud y acreditar su situación de discapacidad con el certificado e informes médicos, en septiembre empezó en la E.I. en la clase que le correspondia por edad, de 1 a 2 años.

Tras una visita de apoyo y asesoramiento desinteresado del equipo de atención temprana que trata a Diego, llegaron a la conclusión de que quizá se beneficiaria más si estuviera en la clase de 0-1 año. Una reunión con el director de la escuela nos dejó claro la escasa sensibilidad, profesionalidad y calidad humana de algún que otro "profesional" de la enseñanza que amparándose en formalismos, se niega a ir más allá. 

Para ahorraros detalles desagradables, maleducados y, por supuesto, totalmente fuera de lugar, os contaré que, aunque logramos llegar a un acuerdo respecto a lo que queda de curso, manteniendolo en su clase pero pasando tiempo diariamente con los más pequeños, de cara al curso que viene nos vimos en la misma situación.

Actualmente, y tras plantear estos hechos a "instancias mayores" dentro de educación, por fin encontramos a una buena profesional, que escucha, que entiende, que se deja asesorar y que por encima de todo se muestra flexible con el fin de conseguir el mayor beneficio para el niño.

Estamos a la espera de saber en que acaba esta situación, aunque ahora con más esperanza que al principio, la verdad. Mientras tanto, Diego disfruta con sus compis y sus profes, Maria y Eugenia, que trabajan cada dia con él buscando que esté lo mejor posible.


 
 
 
 
 

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