
Esto, en principio, no es un problema para él, gracias a Dios es un niño feliz y querido, pero sí que es una dificultad para sus padres y seres queridos, que cada día luchan porque Diego pueda llevar una vida "normal", y este tipo de cosas hacen que les sea más complicado mantener el ánimo.
Ante esta situación la única opción es hacerse fuertes, no perder la esperanza de que algún día Diego pueda hacer todas esas cosas, o por lo menos alguna, y trabajar con ese objetivo siempre en la mente.
Seguir luchando, apoyándose unos en otros, es nuestra obligación ya que, al fin y al cabo, nuestro campeón lo sigue haciendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario