lunes, 25 de diciembre de 2017

LOS QUE CUIDAN

Uno de los mayores temores que tenemos los padres de personas con discapacidad es quien (y cómo) cuida de ellos cuando nosotros no estamos o, yendo mas allá, cuando faltemos. 

Los que nos leéis habitualmente ya sabéis que este curso pasado me lié la manta a la cabeza y me puse a estudiar el módulo de FP de Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE). Pues durante este ultimo trimestre del año he estado haciendo las prácticas como cuidadora en el CAI (Centro de Apoyo a la Integración) de ASPACE ASTURIAS. 

Decir que estuve muy agusto seria quedarse corto. No sólo porque los compañeros tuvieron mucha paciencia conmigo y me lo pusieron muy fácil, sino porque trabajar con estos chavales es un lujo y un aprendizaje diario.

Cuando tus hijos pasan más horas al día con otras personas que contigo, y es inevitable cuando van al cole o, como en este caso al CAI, sueles encomendarte a deidades varias para que estas personas sepan cómo tratarle, y ya no hablo de si saben sentarlo, moverlo o darle de comer, eso se les presupone como profesionales que son, sino si de verdad lo conocerán, sabrán qué le gusta y qué no, entenderán lo que le pasa, serán cariñosos con él.....

No se cómo será en otros centros (espero y deseo que sean igual) pero lo que sí se es que al otro lado de las puertas del CAI de ASPACE, que los padres generalmente no traspasamos, hay risas, hay besos, hay confidencias, hay cafés a media mañana, hay celestinas, hay bromas, hay galletas compartidas, hay piques, hay bailes, hay mimos recíprocos, hay cachondeo, pero sobre todo hay mucho trabajo con mucho cariño. 

Allí se habla de lo bueno y de lo malo, de novias, novios y de la falta de ellos/as (y de cómo encontrarlo/a!!), de familia, de planes hechos y por hacer, de fiestas, de amigos, de la vida en general, se pinta, se canta, se graban vídeos, se cocina (y se prueba!!), en definitiva SE VIVE, y sobre todo se pasa muy bien.

Creo que el mayor reconocimiento que pueden tener (ademas de subirles el sueldo Sr. Consejero) es poner en sus manos a lo que más quieres, y os aseguro que sin dudarlo dejaría a Diego con cualquiera de ellos (alguna ya estuvo a punto de llevárselo por su cuenta).

En definitiva, los tratan como PERSONAS, no sólo riendo con ellos sino también pasándolo mal cuando alguno de ellos no esta bien, porque es inevitable crear un vinculo entre todos. 

Ha sido un lujo compartir estas tardes con ellos, por mi parte, aunque ya les respetaba como profesionales, como personas me han ganado y como madre me han dejado mucho más tranquila sabiendo que cuando a Diego le toque "promocionar" estará casi como en familia. 

Así que desde aquí mi reconocimiento a todos esos cuidadores de nuestros chicos, quizá no se os vea demasiado, quizá no os reconozcamos vuestro trabajo todo lo que deberíamos, quizá no os tenemos todo lo en cuenta que os merecéis, perdonadnos, es posible que esta maternidad especial que nos ha tocado vivir nos haya llevado más neuronas de la cuenta. 

GRACIAS









  

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