CON LOS PIES EN LA TIERRA

A todos en algún momento se nos ha pasado por la cabeza pensar si somos afortunados o no en la vida, muchas veces nos hemos quejado por lo que estamos viviendo y tal vez nos hemos comparado con algunas personas que nos rodean y a las que consideramos más afortunadas.....

Nosotros en este aspecto siempre intentamos ser positivos, desde el momento en que Diego nació siempre hemos buscado las cosas positivas e intentado despreciar las dificultades.

En referencia a esto muchas veces nos han mirado extrañados cuando decíamos que somos afortunados por la parálisis cerebral de Diego y lo creemos así, porque la suya es una parálisis cerebral de libro, sabemos como tratarla y a qué nos hemos de atener, cosa que muchas de las personas que nos rodean no pueden decir....

En muchas ocasiones nos ha dicho que somos unos luchadores, que somos especiales y que Diego es muy afortunado al tenernos......y con el tiempo hay momentos en los que hasta te lo empiezas a creer, pero cuando esto pasa, la vida siempre te da una lección y te pone en tu sitio. 

Hace unos días estando en el HUCA vimos a un padre con un niño aproximadamente de la edad de Diego que se veía que estaba en un tratamiento contra el cáncer. Viendo eso es cuando te das cuenta de que la vida no siempre es justa y que muchas veces te quejas por cómo te está tratando a ti, pero ese sentimiento no te deja ver lo mal que lo están pasando otros y que en realidad eres un afortunado. 

Es en estos momentos cuando piensas que no tienes derecho a quejarte, sino que lo que tienes es la obligación de tirar hacia delante, y no por ti, sino por estos niños que desde tan pronto empiezan a luchar sin preguntar si es justo o no.

Así que dejemos de quejarnos, dejemos de empeñarnos en no ser felices cuando no tenemos motivos y centrémonos en encontrar esas cosas buenas que cada día nos da la vida. 

Y de paso,  si podemos, echemos una mano a los que nos rodean y especialmente a los que no tienen tanta suerte como nosotros.