Habéis visto que cara de felicidad tiene??, pues es gracias al columpio que nos ha pasado un compañero de atención temprana, al cual, a su vez, se lo había pasado otro compañero.
Nos estábamos planteando comprar uno ya que Diego no podía disfrutar de los que hay en los parques, no sólo por lo poco adaptados a sus necesidades que están, sino también por la situación incómoda que generaba la actitud de algunos de los que allí estaban cada vez que lo intentábamos.
Y casualidades de la vida, comentándolo con los terapeutas nos dijeron que un compi ya no usaba el columpio al quedarle pequeño y que nos lo pasaba encantado.
Esto nos hace pensar en todas las cosas que tenemos acumuladas en casa que podrían servir a otros peques, y sobre todo con estos niños para los que compras un montón de juguetes, accesorios y cachivaches varios esperando que los utilicen, y que el 90% acaba cogiendo polvo en casa.
Pero esto del trueque y el segundo uso lo dejamos para otra entrada, que el tema va pa largo!!
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