Seguro que
ya estáis al tanto, pero hace unos meses se puso en el mercado una vacuna
llamada Bexsero, que protege de la bacteria del Meningococo B, bacteria causante
de infecciones poco frecuentes pero muy graves, como Meningitis y sepsis (infección de la sangre), que
pueden dejar secuelas importantes e incluso conducir a la muerte en
aproximadamente 1 de cada 10 casos.
Como
con todas las vacunas hay defensores y detractores, pero la Asociación Española
de Pediatría (AEP) aconseja vacunar a los niños a partir de dos meses de edad.
Hasta
aquí todo bien, pero no es oro todo lo que reluce. Por supuesto y como ya nos
va teniendo acostumbrados nuestro Sistema Público de Salud, no la han incluido
en el calendario de vacunación gratuito (hay otros países que si), así que si
se la quieres poner a tus hijos tendrás que pagar aproximadamente 110 euros por
cada dosis (dependiendo de la edad del niño varían entre 2 y 4 dosis) y tener
una enfermera en el centro de salud que te la quiera poner, ya que hay algunas
que se niegan y tendrás que pagar también para que se la pongan.
Pues
una vez superado el susto por lo que te va a costar te decides a ponérsela a
los niños, hablas con la pediatra que te da una receta y te diriges a la
farmacia y.....sorpresa!!!, resulta que las farmacias están desabastecidas.
Conseguir
una vacuna es casi misión imposible y ya dos para que hablar. Lo chocante del
caso es que en Portugal se están sirviendo sin problemas y las que llegan a
España muchas provienen de allí y yo me pregunto ¿qué problema es el que
tenemos en este país que además de pagar un dineral por una vacuna no podemos
comprarla?, pues no lo sé, no entiendo nada la verdad, el tema es que a estas
alturas nosotros tenemos a Diego con la primera dosis y no hay manera de
conseguir ponerle la segunda…
Por
otro lado, ¿por qué no se crea una central de compras nacional de medicamentos
que negocie directamente con la farmacéutica consiguiendo mejor precio y
asegurando el suministro?, pues porque como ya hemos comentado antes en este país
cada región, administración y hasta cada hospital funciona de manera diferente
y eso es muy malo para los de siempre: los pacientes, que vemos como cada día perdemos más derechos
y además se van haciendo más grandes las diferencias entre comunidades
autónomas, que ya hay de primera, segunda y tercera......
Hace pocos días se publico una noticia donde la empresa farmacéutica encargada de su fabricación reconocía que la espera se iba a alargar tras un problema en su cadena de fabricación, esperando subsanarlo de cara al segundo trimestre del año.
De hecho, en ese mismo articulo, reconocían que daban prioridad a países como Francia e Italia donde la vacuna se ha añadido al calendario obligatorio de vacunaciòn, por lo que, una vez mas, España se queda a la cola.
De hecho algunos padres, hartos de esperar 8, 10 o 12 meses por la vacuna, deciden desplazarse a Andorra o Francia y comprarla allí.
“El peligro de comprar vacunas fuera de nuestra red de farmacias es que el fármaco puede perder la cadena del frío y disminuir su efectividad. Además hay que tener en cuenta que los medicamentos están regulados por las autoridades sanitarias de cada país, y no es recomendable comprarlos en farmacias del extranjero”, explica Magda Campins, responsable de la Unidad de Vacunación Internacional del Hospital Universitario de la Vall d’Hebron de Barcelona.
Mucho se ha hablado también de los efectos adversos de la vacuna: fiebre muy alta, dolor local, cansancio, apatia...Sin embargo, tanto por propia experiencia como por estudios que se han llevado a cabo, podemos decir que sí que es un poco más reactiva que otras vacunas, pero en la mayoría de los casos mucho menos de lo esperado.
Por otro lado la segunda y sucesivas dosis son muchísimo menos reactivas que la primera, especialmente en los más mayores, que son los que parece que notan mas esos efectos secundarios.
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